miércoles, 11 de junio de 2008

La creación de fuentes orales


Etapas del Trabajo

a. Investigación previa:

El primer paso del proceso que culminará en la realización de las entrevistas de historia oral es realizar una investigación preliminar sobre el tema elegido.

Esta investigación previa es necesaria para precisar y centrar la idea original, diseñar una adecuada guía de entrevista (o cuestionario), elegir los informantes adecuados y comprenderlos durante la entrevista.

b. Elaboración de las guías de entrevista:

El siguiente paso es elaborar una Guía para la entrevista, es decir una serie de preguntas ordenadoras que te sirvan para orientar al informante a lo largo de la entrevista. Las características de la Guía a construir dependen del tipo de entrevista que se proponga realizar.

Si bien puede afirmarse que hay tantos estilos de entrevista como entrevistadores, en la práctica estas pueden clasificarse en cuatro grandes «modelos»: la entrevista estructurada, la entrevista abierta, la entrevista colectiva y la entrevista semi–estructurada.

En nuestro caso, utilizaremos la última de las nombradas:

· Entrevista semi – estructurada de final abierto: supone la utilización de un cuestionario muy abierto, que sirve para ordenar los temas y subtemas que pueden llegar a tratarse en la entrevista y preguntas- guías que serán utilizadas en la medida que el entrevistador lo considere necesario.

A partir del entendimiento profundo de los objetivos de la entrevista y de un conocimiento previo sobre el informante, el entrevistador es libre de utilizar las preguntas que supone lo llevarán a asegurar los resultados, trayendo al tema a los entrevistados que se alejan de él pero sin perder la sensibilidad para «escuchar» lo que realmente están queriendo decirnos.

El entrevistador debe, en estos casos, «preparar un orden aproximado de temas y subtemas que deben ser tratados. La reflexión previa sobre los asuntos que se abordarán ayuda a asegurar su cobertura durante la entrevista. De no hacerlo así, una vez finalizada la entrevista podríamos lamentar el no haber hecho determinadas preguntas.

«Se pueden ordenar los temas de manera que estimulen mejor la memoria del individuo. Para temas que requieren rememorar acontecimientos pasados puede ser bueno enunciar las preguntas cronológicamente. También se podría empezar por las preguntas más fáciles de recordar...», o se pueden ordenar buscando despertar el interés del informante.

«Junto al ordenamiento de los temas y subtemas se deberían preparar preguntas guías. Las preguntas guías son simplemente preguntas que el entrevistador lleva preparadas de antemano. Pero a diferencia de las entrevistas que se hacen aplicando un cuestionario rígido, aquí las preguntas deben ser reducidas al mínimo. Así, reformulamos: usemos preguntas guías, pero economizándolas»

«Las preguntas guías reducen la ansiedad del entrevistador, pero también llevan a estructurar demasiado la situación. Para lograr el formato de final abierto que se pretende, tiene que haber sitio para la propia dinámica de la entrevista. En resumen: usar las preguntas guía con convicción, pero no demasiada»[i]

Para facilitar el trabajo es recomendable elaborar un cuestionario organizador (al que llamaremos Guía de entrevista) que combine preguntas muy generales (para plantear primero, como introducción a cada tema o subtema) con preguntas más cerradas y precisas, que sirven para que los alumnos vayan “punteando” la información proporcionada por el entrevistado y -en última instancia- puedan ser utilizadas para repreguntar en caso de ser necesario.
La formulación de las preguntas en esta Guía tiene, de cualquier manera, un carácter simplemente orientador, ya que no debe ser utilizada en forma rígida o mecánica.

Ejemplo del tipo de Guía de entrevista propuesto
Tema: la experiencia inmigratoria (fragmento)

http://docs.google.com/Doc?id=dctgt8h6_40drns4mhj

c. ¿Cómo registrar la entrevista?

Antes de comenzar a concretar las entrevistas, debe decidirse si vamos a registrarlas a través de una grabación magnetofónica o una filmación. Si bien ambas alternativas preservan lo más valioso de la información, es evidente que la filmación permite incorporar el lenguaje gestual y las actitudes corporales, por lo que se consigue conservar el «clima» de la entrevista preservando un testimonio más rico, completo y complejo.

La filmación permite –además- que el entrevistado pueda señalarnos en una foto a las personas que está nombrando, indicarnos con sus manos el volumen o la forma de algo o mostrarnos ciertos movimientos (por ejemplo, la realización de un juego o una actuación escolar)

Independientemente de la forma en que se vaya a registrar la entrevista, los entrevistadores deben llevar papel y lápiz para poder:
§ tomar nota sobre ciertos aspectos del discurso del entrevistado para poder repreguntar o pedir aclaraciones mas adelante.
§ registrar términos de los que desconoce el significado, o nombres de personas y lugares, para poder pedir luego que los explicite o deletree.
§ en el caso que la entrevista no se filme, registrar expresiones y gestos que se consideren significativos.
§ Consignar datos o comentarios que no queden registrados por pedido del informante, o porque fueron hechos antes de comenzar o después de terminar la entrevista.
§ anotar todo aquello que considere necesario para una mejor comprensión posterior de la entrevista.

d. Realización de la entrevista

Una vez en situación de entrevista, se debe entablar una conversación informal y amistosa, sin rigideces ni apresuramientos, ya que es importante que desde el inicio se cree una atmósfera de simpatía y cooperación mutua que permita un diálogo fluido y placentero para todos. En ningún momento el entrevistado debe sentir que está ante un examen o interrogatorio.

Al comenzar la entrevista, es conveniente dejar registrado un breve «qué, quién, cuándo, dónde» en la cinta o video. Una fórmula posible es: «Hoy es (fecha) y nos encontramos en (la casa de..., la escuela Nº ... , etc.) para entrevistar a la señora (nombre y apellido) sobre (su experiencia como alumna de la escuela, como docente, etc.). Estamos realizando esta entrevista los alumnos (nombres y apellidos) como entrevistadores y está filmando / grabando la misma el alumno (nombre y apellido)».

Luego conviene realizar algunas preguntas simples y generales sobre la vida del entrevistado, para que se relaje y entre en confianza.
Al finalizar esta «etapa biográfica», se debe realizar la primer pregunta relacionada directamente con el tema específico. Esta debe ser planeada de antemano con mucho cuidado, y es la única excepción a la regla general de no realizar preguntas en forma literal. «La tarea de la primera pregunta es «engrasar los ejes»,hacer que el informante hable y establecer el patrón general para el resto de la entrevista. Esta debe ser una pregunta que: a) no incomode al entrevistado; b) le de seguridad de que sabrá bastante sobre ella, y c) tendrá que contestar con cierta amplitud»[ii]

Después que el informante se explayó sobre esa primer pregunta, el entrevistador puede repreguntar y pedir aclaraciones y detalles sobre algunos aspectos de la respuesta. Cuando considera agotado -al menos momentáneamente- el tema, introduce otro con una nueva pregunta-guía amplia «En otras palabras, siempre que se inicia un nuevo tema, usted hace preguntas que son versiones en pequeña escala de la clase de pregunta abierta con que empezó. El patrón general es hacer una pregunta abierta sobre el nuevo tema, a la que el entrevistado dará una respuesta prolongada, y luego hacer una serie de preguntas de seguimiento para lograr que el informante amplíe y aclare su respuesta»[iii]

Durante la entrevista, el propósito del entrevistador es ayudar al informante a reconstruir sus recuerdos con la mayor precisión para obtener la mayor cantidad y calidad de información. Para ello, es importante tener en cuenta ciertas reglas prácticas y –sobre todo- tener en cuenta el objetivo general del proyecto.
Es necesario mantener un ritmo adecuado durante la entrevista, respetando los tiempos del entrevistado. De la misma manera, la finalización de la misma es una cuestión que debemos manejar en cada caso. Cuando se percibe que el informante comienza a cansarse, o que ha bajado sensiblemente el ritmo de su relato, debemos pensar en ir cerrando la entrevista para continuarla en otro momento (si nos parece que el entrevistado tiene mucha mas información para darnos) o finalizarla totalmente. En términos generales, las entrevistas suelen durar entre 45 minutos y dos horas.

La finalización de la entrevista no debe ser abrupta, y conviene estructurar una fórmula de cierre que indefectiblemente incluya un agradecimiento al entrevistado por el tiempo que nos dedicó y la información que nos brindó.

e. Al terminar la entrevista

Al finalizar la entrevista debe tenerse la precaución de rotular el casete o videocasete en forma inmediata. En la etiqueta deben figurar los siguientes datos básicos:
a) Nombre y apellido del entrevistado
b) Nombre y apellido del/ los entrevistadores y el técnico de registro.
c) Fecha y lugar de realización de la entrevista.
Para evitar olvidos y dificultades posteriores, es conveniente completar los datos en la etiqueta antes de comenzar la entrevista.


[i] (Hammer y Wildansky)
[ii] Sitton, Mehaffy y Davis Jr. Historia oral. Una guía para profesores (y otras personas), Fondo de Cultura Económica, México, 1989, p.169
[iii] Idem, p. 169

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